Al Comité Directivo del Departamento de Sociología
A la Comunidad Universitaria en General
En el año en que se cumplen cincuenta años de sociología en la Universidad de Chile existe la necesidad de una redefinición del rol actual de nuestra disciplina tanto en la Universidad como en la escena nacional actual. Ante el actual abandono del Estado respecto al rol que éste debiese tener frente a una universidad pública, dando paso a el autofinanciamiento, la venta de servicios o la lógica de los acuerdos privado-públicos como un intento por ser competitivos con el resto de las ofertas educativas nacionales, como estudiantes sentimos la preocupación de abogar por una educación realmente integrativa y justa para todos los sectores de la sociedad. Si bien estamos concientes de que dicho objetivo no es abarcable en los años que nos queden en esta casa de estudio, estamos dispuestos a avanzar en pro del mejoramiento de la calidad y claridad de lineamientos de la formación que recibimos.
Si nos situamos en el espacio global de la sociedad chilena, los temas de desigualdad, falta de democracia y efectos inmediatos de problemas estructurales en decadencia, nos sentimos con la necesidad de a través de nuestra disciplina contribuir al cambio de variados paradigmas que actualmente sostienen el sistema social nacional. En este sentido, no hablamos de pretensiones utópicas sino de cambios reales y plausibles de realizar con voluntad inexiste en nuestra clase dirigente.
En este proceso tanto interno de la carrera como en el interés respecto a los problemas de nivel nacional los estudiantes hemos sido críticos y propositivos para trabajar en el avance y concreción de sus resoluciones.
Consideramos que superar los problemas de gestión y con ello, el acatamiento de normas mínimas de convivencia son el piso mínimo para llevar adelante esta nueva etapa que comienza en el departamento. Sin embargo estamos seguros que mientras no existan las confianzas o un mínimo de respeto, no se genera comunidad y con ello cualquier esfuerzo será en vano. Por ello y parafraseando a algunos de nuestros autores, no podemos construir marcos normativos a espaldas de los actores y sin el consentimiento de todos los involucrados si acaso queremos que estos tengan una aprobación intersubjetiva válida, concreta y duradera. Creemos firmemente que los acuerdos de pasillo sólo ennublan el desarrollo de nuestra disciplina y con ello se rompe la trasparencia con que debemos actuar para construir un departamento real.
Si bien valoramos la apertura de ciertos espacios de incidencia estudiantil, creemos que es necesario que tanto el estamento docente como estudiantil deben ser capaces de llenar de contenido académico estos espacios, facilitando el dialogo realmente democrático, para que no se transformen en simples espacios de legitimación de la participación de ambos estamentos, para ello necesitamos el compromiso de considerar a los estudiantes un interlocutor válido de demandas y perspectivas.
Es por ello que las actuales decisiones que se tomen al interior del departamento deben ser totalmente en consideración de la discusión que ambos estamentos hayan dado. Además debemos vincular todas las oportunidades políticas y económicas que se le presentan hoy, en vista de las opiniones y diferencias legítimas que puedan surgir en dichas instancias. Hoy se nos presentan como tema la rediscusión del reglamento interno, la elaboración del Perfil de Egreso, el reordenamiento de la Malla Curricular entre otras temáticas de alto impacto que marcarán el futuro de nuestra carrera. Reafirmamos como estamento la necesidad de respetar por parte de nuestras autoridades los compromisos adquiridos con estos procesos, necesitamos generar un solo trabajo mancomunado pues es la única forma de legitimar nuestras acciones y al mismo tiempo, que no se generen paralelismos que más que contribuir generan conflictos y retrocesos en nuestros objetivos. Es por ello que pedimos a los profesores comprometerse activamente con las actividades que se realizarán durante el segundo semestre y el próximo año, es de vital importancia apropiarse de dicho proceso, ya que nosotros pronto nos iremos y serán nuestros académicos quienes trabajen sobre los suelos construidos en estas temáticas que se avecinan.
Tenemos el enorme desafío de seguir adelante en un departamento que sea acorde a la universidad pública que queremos, lo que significa necesariamente enfocarse a las necesidades del país, las cuales deben ser la principal instancia de la discusión política e intelectual al interior de nuestra institución.
Saluda Atentamente.
Delegados y Subdelegados de Curso
Carrera de Sociología
Universidad de Chile
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