PONENCIA RODRIGO ASÚN: Comentarios respecto al Perfil Futuro de la Carrera de Sociología en la Universidad de Chile

El 27 de Agosto del 2008 se realizó el panel: "El perfil del sociólogo y socióloga de la Universidad de Chile, posibilidades y orientaciones para su definición", donde expusieron los profesores: Canales, Barozet, Asún y Mayol.

PONENCIA RODRIGO ASÚN: COMENTARIOS RESPECTO AL PERFIL FUTURO DE LA CARRERA DE SOCIOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE


Para responder a la pregunta respecto a hacia donde orientar la carrera de sociología de la Universidad de Chile en el futuro, creo que dos buenos puntos de partida son los siguientes:


(a)
Preguntarse cuales son las potencialidades e intereses que tiene actualmente el cuerpo docente de la carrera y (b) Preguntarse cuales son las principales fortalezas que tiene hoy esta carrera en la Universidad de Chile.

Respecto a lo primero, sólo puedo responder por mi y mis propios intereses, los que se orientan claramente a la formación de investigadores sociales de carácter académico. Respecto a lo segundo, creo no equivocarme si afirmo que una de las principales potencialidades de la actual carrera de sociología de la universidad de Chile y que la distingue de otras carreras es su acento en la formación de muy buenos investigadores sociales y al dominio de teoría sociológica.

Es cosa de ver nuestra malla actual para confirmar que disponemos de una serie larga y numerosa de asignaturas asociadas con el aprendizaje de técnicas y métodos de investigación social y con el dominio de teorías sociales y sociológicas. Creo entonces que un acento que debe tener la futura malla de sociología, y por tanto, el perfil del sociólogo de la Universidad de Chile, debe estar en potenciar estas potencialidades.

Cuando digo que “un acento” debe estar puesto en ello, quiero decir que no creo que la carrera deba tener sólo un acento o que este que propongo sea excluyente con otros, por el contrario, me parece que una forma en que se puede expresar el pluralismo de la Universidad, puede consistir en que la carrera alberge varios acentos en función de las preferencias o intereses de nuestra comunidad académica (estudiantes y académicos).

En este sentido, lo que propongo sería que uno de nuestros acentos esté puesto en la formación de investigadores sociales. Especificando un poco, en la docencia relacionada con la investigación social uno puede distinguir dos grandes acentos, uno centrado en la formación de investigadores aplicados, es decir, orientados a desarrollar estudios con alta demanda social inmediata en empresas, organismos de gobierno, ONG u organizaciones sociales, y otro centrado en el intento de formar investigadores más académicos, es decir, centrados en temáticas de contenido más disciplinario y teóricamente más exigentes. Estos segundos investigadores tienden a desarrollar estudios al amparo de fondos concursables de carácter más científico, en organismos internacionales o en otras instituciones especializadas en investigación social.

Si bien actualmente es indudable que el campo ocupacional es más amplio en la investigación aplicada que en la académica, yo sugeriría que nuestro acento formativo debe estar puesto en la formación de investigadores sociales académicos. Esto lo señalo porque en su mayor parte las habilidades y competencias necesarias para desarrollar un buen investigador académico, son prácticamente las mismas que requiere un buen investigador aplicado, aunque posiblemente un investigador académico requiere un nivel de dominio más alto de muchas de ellas. Por tanto, alguien que ha sido formado para ser un investigador académico sin duda podrá desempeñarse como investigador aplicado llegado el caso.

Entonces, ¿cuáles creo yo que son las principales destrezas que debemos formar, para lograr que nuestros estudiantes se transformen en buenos investigadores académicos?.

En primer lugar, se debe formar a nuestros estudiantes en un sólido manejo de técnicas de investigación y análisis cuantitativas y cualitativas, intentando que comprendan su complementariedad, aunque podría ser que personalmente ellos se orienten más hacia una u otra en función de sus preferencias y habilidades personales.

En segundo lugar, se debe brindar a los estudiantes un sólido manejo de teorías sociales y sociológicas de alcance macro, medio y micro, de manera que sean capaces de traducir las grandes miradas sobre la sociedad a distintos campos de estudio delimitado. No basta con que los estudiantes conozcan grandes teorías, se debe estimular la habilidad de utilizarlas en investigaciones empíricas acotadas y relevantes.

En tercer lugar, se debe brindar a los estudiantes una sólida formación epistemológica que les permita a nuestros estudiantes tener una mirada crítica respecto a la validez de sus propias investigaciones y las de otros.

En cuarto lugar, se debe brindar a los estudiantes espacios en donde hacer práctica de investigación, que les permita integrar los conocimientos adquiridos en un esfuerzo colectivo de estudio de un tema delimitado. Actualmente nuestra carrera dispone de uno de esos espacios, materializado en los talleres 1 y 2, pero creo que ese espacio es actualmente insuficiente pues tiene carácter terminar. Se podría estudiar implementar otros espacios curriculares similares en niveles inferiores de la formación que ayudaran a comprender a los estudiantes la forma en que se deben complementar la teoría y la metodología al realizar investigación social.

Finalmente, creo que una quinta destreza que se debe fomentar es la capacidad de trabajo en equipos, que les haga comprender a los estudiantes que la realización de investigaciones de nivel profesional está asociado a la capacidad de vincularse con otros y complementar capacidades, más que al esfuerzo de investigadores individuales. En definitiva se trata de que los estudiantes aprendan la importancia de la creación e integración en “líneas de investigación”, más que la realización de estudios aislados.

¿Cómo se podría materializar la formación de estas destrezas en la malla de sociología?

Creo que la malla que disponemos actualmente tiene algunas interesantes fortalezas pero también algunas debilidades. Dentro de las fortalezas podemos señalar lo anteriormente mencionado: una fuerte línea curricular en formación metodológica y otra en formación en teoría social y sociológica. A pesar que ambas líneas son de buena calidad por separado, se nota cierta dificultad en su integración y complementariedad. En otras palabras, a los estudiantes les cuesta ver la utilidad que tiene un aprendizaje para el otro y su imbricación en una investigación concreta.

Frente a este diagnóstico la sugerencia sería revisar con prudencia los contenidos y estrategias pedagógicas que se están utilizando en ambas líneas para ver si es posible su mejoramiento. Digo “con prudencia” porque creo que una de las ventajas que tiene el currículum de sociología es la calidad de la formación en estos dos temas y por mejorarlos no se debe poner en riesgo eso que se posee.

Una posible solución sería que la integración entre estas dos líneas quede a cargo de espacios curriculares especializados en práctica de investigación, en donde se puede pedir a los estudiantes que realicen el ejercicio de integración de la teoría y la metodología. Otra posible solución podría ser desarrollar al interior de los cursos de metodología y teoría trabajos compartidos que sean evaluados por ambas asignaturas y por tanto que condicionen a los estudiantes a responder a requerimientos teóricos y metodológicos. Otra posible sugerencia a nivel curricular que quiero expresar tiene que ver con aumentar la efectividad en la carrera. Actualmente disponemos de un currículum bastante rígido, ya que sólo 8 de los 44 cursos que contempla la malla son electivos (a penas un 18%).

El aumentar la efectividad tendría una serie de ventajas: a) mejoraría los aprendizajes al hacer que los estudiantes estudiaran aquello que realmente están dispuestos a aprender; b) permite una mayor rotación de cursos para los profesores evitando la curva descendente del rendimiento que ocurre después de dictar varias veces la misma asignatura, c) permite a los estuantes ejercitar el autoaprendizaje al enseñarles a elegir sus actividades curriculares desde la oferta de la Carrera, y d) diversifica la oferta de cursos que la carrera.

La dificultad que tiene optar por una malla más flexible sin embargo es doble y debería ser discutida si se tomase esa dirección: se debe determinar cuales son los límites a especialización que se permitirá en el pregrado y si ello va aparejado con la concesión de menciones y se debe discutir cual es el conjunto básico y mínimo de conocimientos en cada campo que la carrera debe asegurar a todos sus estudiantes, de manera que la electividad no conspire contra el dominio básico que debe tener todo egresado de nuestra carrera en los diversos campos de conocimiento.

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